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TURISMO EN EL VALLE DE LACIANA.
LA ZONA
La Estación Invernal Valle Laciana - Leitariegos se encuentra encuadrada en el noroeste de la provincia de León, lindando con tierras asturianas y en plena comarca de Laciana y Alto Sil.
Su relieve es suave, con lomas erosionadas por la acción glaciar, si bien hay altitudes que superan los dos mil metros (el Muxivén con 2.032m, el Cornón con 2.188m, el Nevadín con 2.077m, y el Catoute con 2.117m).
El curso fluvial más importante es el río Sil, con acusados desniveles que generan una fuerte erosión. Recoge las aguas del río Grande y de otros muchos que descienden de Peña Treisa, Leitariegos, Sierra Delgada en Laciana y Sierra del Coto en Palacios del Sil. Sus aguas se retienen en los embalses de Las Rozas en Rabanal de Abajo y de Matalavilla al sur de Palacios del Sil.
La vegetación, favorecida por un clima húmedo y de cierta sequía en verano, la constituyen robles, rebollos, bosques de abedul, acebos y hayas, además de una extensa vegetación de matorral, refugio del oso y el urogallo, que son, junto a la trucha, las especies representativas.
El importante patrimonio natural que alberga la comarca, la declara Reserva de la Biosfera.
Es por ello que para valorizar este patrimonio natural, se han creado los Centros de interpretación del Oso Pardo en Palacios del Sil y del Urogallo en Caboalles de Arriba.
QUÉ VER
Uno de los aspectos más interesantes de la zona es su patrimonio referido a la vida tradicional. Su testimonio queda reflejado en los antiguos aperos, objetos domésticos, folklore y elementos de arquitectura. De este último se conservan algunas construcciones con cubierta de caña de centeno, en San Miguel de Laciana. La presencia de esta arquitectura se aprecia en rincones como el de Rioscuro, donde conviven en perfecta armonía un viejo puente, una fuente, un hórreo y un molino. En la localidad de Sosas de Laciana podremos contemplar un conjunto de molinos rastreros, así como una serie de hórreos con cubiertas de paja y de losa.
La riqueza de la cultura popular que se pierde, ha despertado una conciencia colectiva por mantener su vigencia. Para ello se ha creado en Villablino un museo etnográfico instalado en la Casa de Sierra Pambley, magnífico edificio del siglo XVIII, en el que se guardan todos los elementos representativos de la vida rural lacianiega.